Los efectos son básicamente de cuatro tipos: micromecánicos, térmicos, químicos y de cavitación.
- Efectos micromecánicos: el paso de la onda ultrasónica causa la presión, los movimientos, interrupciones y cambios en la forma vital de partículas microscópicas. Las ondas de presión las causan los cambios en la estructura de las proteínas, la formación de radicales libres, los cambios en la permeabilidad de la membrana celular y la eliminación de las fibras de colágeno con una reducción de la adhesión entre las células.
- Efectos térmicos: cuando los rayos pasan a través de un tejido de ultrasonidos, hay una absorción parcial de la energía con el aumento de la temperatura. Es decir, mientras se realiza el tratamiento notarás un foco de calor en la zona en la que te estés realizando el tratamiento. Entre los efectos, éste es uno de los más notorios.
- Efectos químicos: cuando un tejido se expone a las ondas de ultrasonidos, las partículas del mismo se ven afectadas y sufre una acelaración significativa. Esta aceleración puede dar lugar a la modificación de las características químicas de los tejidos.
- Los efectos de la cavitación: la cavitación provoca la formación de microburbujas. Cuando la onda sonora se introduce dentro del tejido graso provoca un movimiento dentro de las células de grasa. Es aquí donde se forman burbujas que aumentan de tamaño hasta que finalmente se desintegran. Básicamente este es el proceso de la cavitación.
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